Cuentan que una noche de abril se hizo un hueco entre las nubes y que el Sumo Arquitecto metió por aquel su cabecita para gritar lo que sólo las mentes terrícolas más creativas ya sabían: ¡Yo mío, cuánta sensibilidad!
Extraordinaria pieza, querida Paloma. No la conocía. Ya sí. ;-)
El extraño caso del ilustrado
-
ste titular parece propio de un relato fantástico y no de un artículo
periodístico veraz pero los hechos sucedidos en Gijón tras la enigmática
ap...
La Casa das Histórias
-
Este septiembre del dos mil veintidós me ha hecho cruzar el pacto de países
con libre circulación pasando de uno a otro sin barreras.
Sin embargo la fr...
2 comentarios:
Cuentan que una noche de abril se hizo un hueco entre las nubes y que el Sumo Arquitecto metió por aquel su cabecita para gritar lo que sólo las mentes terrícolas más creativas ya sabían: ¡Yo mío, cuánta sensibilidad!
Extraordinaria pieza, querida Paloma. No la conocía. Ya sí. ;-)
Paz, querida amiga.
Yeims Yo-is.
Querido Yo-is muchas gracias por tu visita, por quedarte y por tu comentario que no merezco.
Un abrazo.
Paloma.
Publicar un comentario